Navegadores

Los navegadores siempre han competido por ganar la mayor cuota de mercado y lo seguirán haciendo siempre, ya que su éxito o fracaso se mide en términos del uso que las personas hagan de ellos. Esta competencia, que en principio podría haber sido algo sano, trajo algunos efectos negativos en las primeras décadas de la existencia de Internet que se englobaron bajo el concepto de "guerra de navegadores".

Básicamente, al principio los estándares de Internet fueron un poco lentos y no existía una dirección clara en cuanto a cómo tenían que evolucionar los lenguajes como HTML, CSS o Javascript. Como consecuencia, cada navegador tomaba decisiones sobre cómo interpretar las etiquetas del HTML o atributos de CSS, así como las instrucciones Javascript para el acceso a los elementos de la página.

En los peores momentos de esta competición por la innovación en los lenguajes de Internet se llegaron a crear diversas etiquetas propietarias que sólo funcionaban en determinados lenguajes, estilos que eran interpretados de manera radicalmente distinta o incluso lenguajes de scripting para hacer la competencia a Javascript, como el desaparecido Visual Basic Script.

Obviamente, todos los usuarios de la web padecieron esta situación, pero a los que más perjudicó fue a los desarrolladores, que tenían que hacer esfuerzos extra para conseguir que las páginas funcionaran de manera idéntica, o al menos similar, en los distintos navegadores.

Afortunadamente, estos hechos tuvieron su fin cuando finalmente todos los fabricantes de navegadores llegaron al acuerdo de ser fieles a los estándares. Este hecho se produjo con la llegada de HTML 5, que aceleró la presentación de estándares, definiendo las especificaciones de lenguajes como HTML y CSS, de una manera más precisa y acorde a las necesidades reales de la web. Además de crear una serie de APIs Javascript que los navegadores debían respetar para implementar características que eran necesarias en las aplicaciones modernas.

Aunque existan muchos navegadores en el mercado todo los podríamos agrupar en familias que usan los mismos motores para su funcionamiento. A partir del mismo motor se implementan distintos navegadores.

• Gecko: Esta es la familia de navegadores basada en el motor de renderizado Gecko desarrollado por la organización Mozilla, heredera del antiguo Netscape. Este motor es usado principalmente por el navegador Firefox. No existen muchos otros navegadores, al menos importantes, basados en Gecko, el más conocido es SeaMonkey.
• WebKit/Blink: Estas dos familias en realidad son un mismo producto, siendo el original Webkit y luego Blink un fork. WebKit fue desarrollado por Apple para implementar su navegador Safari. Webkit también fue utilizado para las primeras versiones del navegador Chrome. Posteriormente Google creó Blink como un fork de WebKit para continuar el desarrollo de su navegador. Desde la versión 16 de Chrome se usa Blink. Otros navegadores que usan Blink son Microsoft Edge (versiones recientes) y Opera.
• Trident/EdgeHTML: Por último tenemos la familia Trident, que es el motor de renderizado del desaparecido Internet Explorer. También las primeras versiones del navegador Edge usaron este motor, aunque fue renombrado como EdgeHTML. Sin embargo, en 2019 Microsoft comenzó a desarrollar Edge usando el motor Blink y en los primeros úpdates de Windows de 2020 comenzó a sustiturise Edge usando el motor open source de Chromium. Por este motivo esta familia de navegadores podemos decir que está actualmente en desuso y ya solo se usa residualmente en ordenadores antiguos que no se actualizan.