No sólo puedes vender tus propios servicios, además puedes aumentar tus focos de negocio a través del outsourcing.
El outsourcing es un concepto muy amplio, basado en la subcontratación de servicios a otros profesionales o empresas, ya sea porque no dominamos un área concreta o simplemente porque deseamos delegar parte de nuestra labor y reducir nuestra carga de trabajo. El concepto también incluye la subcontratación de recursos o infraestructuras que necesitamos para nuestro negocio, lo que puede ayudarnos en la financiación y reportar beneficios económicos. Aunque no conozco al detalle todos los ámbitos donde se puede utilizar el outsourcing, la anterior puede ser una descripción general. De todos modos, en este artículo estamos hablando de una parte del outsourcing, que se trata simplemente de aumentar el abanico de servicios que ofrecemos a nuestros clientes y nuestro volumen de negocio, a través de la subcontratación con otras empresas especializadas.
Lo normal es que cualquier profesional esté especializado en unas áreas delimitadas y que sea capaz de soportar una carga de trabajo también limitada. A través de la venta de productos y servicios de otras personas es posible aumentar nuestro volumen de negocio. A la vez que estamos ofreciendo un servicio más completo a nuestros clientes, porque abarcamos más áreas que puedan requerirnos, podemos atender a mayor número de solicitudes y por tanto aumentar nuestra cartera de clientes y en definitiva, nuestros ingresos.
Cuál sería el proceso de subcontratación
La idea general de subcontratar trabajo es sencilla de entender. Se trata de ofertar un producto o servicio que en realidad realizan otras personas, puede que con nuestra ayuda o de manera totalmente autónoma. En principio el cliente ha contactado directamente con nosotros y le hemos atendido comercialmente, llegando a un acuerdo para la prestación de servicios.
Podamos o no afrontar ese proyecto, técnicamente o en recursos humanos, en la subcontratación nosotros contactamos con otras empresas o profesionales para que lo lleven a cabo, o bien formamos un grupo de trabajo entre estos. Entonces podemos actuar de dos maneras:
- Dar la imagen, por lo que respecta al cliente, que nosotros somos los que estamos haciendo el proyecto. En esta posibilidad nosotros seremos los que damos la cara delante del cliente, siendo la cabeza visible. La ventaja es que el cliente entiende que nuestra empresa es la que efectúa toda la labor y no hay que dar explicaciones de nada. La desventaja es que, debemos asumir las responsabilidades en todo caso y responder por el equipo de trabajo pase lo que pase, aunque no seamos directamente nosotros los ejecutores de la labor.
- Pasar el trabajo para la dirección de otros profesionales. En este caso, tendríamos que explicar al cliente que el proyecto lo va a dirigir otra persona, que será su interlocutor a partir de ese momento y durante toda la marcha del trabajo. La parte positiva es que será otra persona la que de la cara en el proceso, quitándonos mayor carga de trabajo, aunque nosotros siempre tendremos la última responsabilidad sobre lo que ocurra. La negativa es que el cliente puede sentirse un poco confuso sobre quién está realmente trabajando para él. Además, como el director de trabajo llevará las conversaciones a partir de ese momento, el cliente acabará teniendo más confianza con él y puede ocurrir que en sucesivos trabajos trate de contactar directamente con el desarrollador final en vez de con nosotros.
Qué ventajas tiene
El outsourcing nos permite, como hemos dicho, ofrecer una gama mayor de servicios y aumentar nuestra cartera de clientes y la carga de trabajo. Esas serían las mayores ventajas, sin embargo, podría señalar otras:
Las mayores desventajas, que hemos dejado ya entrever, podrían ser una pérdida parcial del control de un proyecto y la confusión del cliente sobre quién está realizando realmente el trabajo. Pero podría señalar otras desventajas:
Lo más importante es contar con un buen equipo de personas que subcontratemos. Debemos conocerlas bien, sobretodo sus capacidades y mejores especialidades. Hay que tener en cuenta que estamos poniendo en manos de estos profesionales o empresas nuestra imagen y la responsabilidad de llegar a un buen final.
Puede ser recomendable llegar a un acuerdo de confidencialidad con los subcontratados, llegando a firmar un contrato que certifique nuestra relación si no tenemos una total confianza con ellos. El acuerdo puede incluir también una cláusula para que el equipo que subcontratamos no realice trabajos para nuestros clientes, por lo menos durante un tiempo prudencial.
Hay que tener en cuenta también que, aunque otras personas sean los encargados, debemos siempre estar al tanto de todos los pasos de los proyectos que estemos realizando. En cualquier momento puede surgir una charla con un cliente y será necesario que conozcamos el punto exacto donde se encuentra su proyecto.
Si nosotros estamos en manos de los profesionales subcontratados, de igual modo, ellos están en nuestras manos a la hora de llegar a un acuerdo comercial beneficioso con el cliente y realizar todas las gestiones necesarias para cobrarlo en su momento. Si un cliente falla en un pago será embarazoso para nosotros el trato con las personas que lo han realizado y podríamos incluso tener que afrontar su pago con dinero de nuestro bolsillo. Así mismo, como hemos sido los encargados de formalizar un acuerdo con el cliente en cuanto al alcance del proyecto y modo de realización, este acuerdo deberá ser muy claro. Si el cliente y nos pide cambios en el desarrollo o aumentar la carga de trabajo, debemos tener bien amarrado el presupuesto, para llegar a un nuevo acuerdo económico que satisfaga a todos.
En determinadas ocasiones es importante saber subcontratar parte de un desarrollo. Por ejemplo, si no tenemos muchas facilidades para el diseño, podemos contar con un creativo que nos ayude. Si no tenemos conocimientos de programación, sería bueno encargar ciertas partes del proyecto a un programador especializado.
Un lugar óptimo para encontrar profesionales y empresas con los que subcontratar proyectos es el servicio de DesarrolloWeb y Mercado Profesional, con cientos de freelances o empresas que pueden atender cualquier tipo de solicitud.
Conclusión
La subcontratación de servicios es una práctica común en muchas empresas y con ellas consiguen muchos beneficios. Es habitual que la mayor parte de trabajo que reciban los profesionales freelance sean proyectos que les subcontratan.
El problema puede venir cuando la cadena de intermediarios entre el cliente final y el desarrollador es muy larga, puesto que a medida que se prolonga, se descompensa más el precio final del proyecto y lo que realmente cobra el desarrollador. En algunas ocasiones he realizado trabajos que se habían subcontratado hasta tres o cuatro veces hasta que los desarrollaba finalmente yo.
En cualquier caso, desde el punto de vista de la empresa o profesional que subcontrata, muchas veces conviene dejar de ganar algo de dinero por liberar nuestra carga de trabajo y llegar a más clientes y proyectos más interesantes, que puedan reportarnos mayores ingresos.
Lo normal es que cualquier profesional esté especializado en unas áreas delimitadas y que sea capaz de soportar una carga de trabajo también limitada. A través de la venta de productos y servicios de otras personas es posible aumentar nuestro volumen de negocio. A la vez que estamos ofreciendo un servicio más completo a nuestros clientes, porque abarcamos más áreas que puedan requerirnos, podemos atender a mayor número de solicitudes y por tanto aumentar nuestra cartera de clientes y en definitiva, nuestros ingresos.
Cuál sería el proceso de subcontratación
La idea general de subcontratar trabajo es sencilla de entender. Se trata de ofertar un producto o servicio que en realidad realizan otras personas, puede que con nuestra ayuda o de manera totalmente autónoma. En principio el cliente ha contactado directamente con nosotros y le hemos atendido comercialmente, llegando a un acuerdo para la prestación de servicios.
Podamos o no afrontar ese proyecto, técnicamente o en recursos humanos, en la subcontratación nosotros contactamos con otras empresas o profesionales para que lo lleven a cabo, o bien formamos un grupo de trabajo entre estos. Entonces podemos actuar de dos maneras:
- Dar la imagen, por lo que respecta al cliente, que nosotros somos los que estamos haciendo el proyecto. En esta posibilidad nosotros seremos los que damos la cara delante del cliente, siendo la cabeza visible. La ventaja es que el cliente entiende que nuestra empresa es la que efectúa toda la labor y no hay que dar explicaciones de nada. La desventaja es que, debemos asumir las responsabilidades en todo caso y responder por el equipo de trabajo pase lo que pase, aunque no seamos directamente nosotros los ejecutores de la labor.
- Pasar el trabajo para la dirección de otros profesionales. En este caso, tendríamos que explicar al cliente que el proyecto lo va a dirigir otra persona, que será su interlocutor a partir de ese momento y durante toda la marcha del trabajo. La parte positiva es que será otra persona la que de la cara en el proceso, quitándonos mayor carga de trabajo, aunque nosotros siempre tendremos la última responsabilidad sobre lo que ocurra. La negativa es que el cliente puede sentirse un poco confuso sobre quién está realmente trabajando para él. Además, como el director de trabajo llevará las conversaciones a partir de ese momento, el cliente acabará teniendo más confianza con él y puede ocurrir que en sucesivos trabajos trate de contactar directamente con el desarrollador final en vez de con nosotros.
Qué ventajas tiene
El outsourcing nos permite, como hemos dicho, ofrecer una gama mayor de servicios y aumentar nuestra cartera de clientes y la carga de trabajo. Esas serían las mayores ventajas, sin embargo, podría señalar otras:
- Dar una imagen de empresa con más recursos
- Participar en proyectos de los que podemos aprender
- Llegar a clientes a los que de otro modo no podríamos satisfacer
- Ofrecer un servicio global a un cliente, para que no tenga que ir a otro proveedor para satisfacer sus necesidades
- Beneficiarnos de la experiencia de otros profesionales sin tenerlos en plantilla
- Obtener mejores tarifas si subcontratamos en otros mercados o países determinados productos o servicios.
Las mayores desventajas, que hemos dejado ya entrever, podrían ser una pérdida parcial del control de un proyecto y la confusión del cliente sobre quién está realizando realmente el trabajo. Pero podría señalar otras desventajas:
- Incremento del precio, puesto que debemos cobrar nuestra intermediación
- Cobrar menos por un desarrollo , puesto que tenemos que pagar a la empresa subcontratada
- Responder por un trabajo que no estamos desarrollando.
Lo más importante es contar con un buen equipo de personas que subcontratemos. Debemos conocerlas bien, sobretodo sus capacidades y mejores especialidades. Hay que tener en cuenta que estamos poniendo en manos de estos profesionales o empresas nuestra imagen y la responsabilidad de llegar a un buen final.
Puede ser recomendable llegar a un acuerdo de confidencialidad con los subcontratados, llegando a firmar un contrato que certifique nuestra relación si no tenemos una total confianza con ellos. El acuerdo puede incluir también una cláusula para que el equipo que subcontratamos no realice trabajos para nuestros clientes, por lo menos durante un tiempo prudencial.
Hay que tener en cuenta también que, aunque otras personas sean los encargados, debemos siempre estar al tanto de todos los pasos de los proyectos que estemos realizando. En cualquier momento puede surgir una charla con un cliente y será necesario que conozcamos el punto exacto donde se encuentra su proyecto.
Si nosotros estamos en manos de los profesionales subcontratados, de igual modo, ellos están en nuestras manos a la hora de llegar a un acuerdo comercial beneficioso con el cliente y realizar todas las gestiones necesarias para cobrarlo en su momento. Si un cliente falla en un pago será embarazoso para nosotros el trato con las personas que lo han realizado y podríamos incluso tener que afrontar su pago con dinero de nuestro bolsillo. Así mismo, como hemos sido los encargados de formalizar un acuerdo con el cliente en cuanto al alcance del proyecto y modo de realización, este acuerdo deberá ser muy claro. Si el cliente y nos pide cambios en el desarrollo o aumentar la carga de trabajo, debemos tener bien amarrado el presupuesto, para llegar a un nuevo acuerdo económico que satisfaga a todos.
En determinadas ocasiones es importante saber subcontratar parte de un desarrollo. Por ejemplo, si no tenemos muchas facilidades para el diseño, podemos contar con un creativo que nos ayude. Si no tenemos conocimientos de programación, sería bueno encargar ciertas partes del proyecto a un programador especializado.
Un lugar óptimo para encontrar profesionales y empresas con los que subcontratar proyectos es el servicio de DesarrolloWeb y Mercado Profesional, con cientos de freelances o empresas que pueden atender cualquier tipo de solicitud.
Conclusión
La subcontratación de servicios es una práctica común en muchas empresas y con ellas consiguen muchos beneficios. Es habitual que la mayor parte de trabajo que reciban los profesionales freelance sean proyectos que les subcontratan.
El problema puede venir cuando la cadena de intermediarios entre el cliente final y el desarrollador es muy larga, puesto que a medida que se prolonga, se descompensa más el precio final del proyecto y lo que realmente cobra el desarrollador. En algunas ocasiones he realizado trabajos que se habían subcontratado hasta tres o cuatro veces hasta que los desarrollaba finalmente yo.
En cualquier caso, desde el punto de vista de la empresa o profesional que subcontrata, muchas veces conviene dejar de ganar algo de dinero por liberar nuestra carga de trabajo y llegar a más clientes y proyectos más interesantes, que puedan reportarnos mayores ingresos.
Miguel Angel Alvarez
Fundador de DesarrolloWeb.com y la plataforma de formación online EscuelaIT. Com...