> Manuales > Introducción al formato SVG

El formato Flash resulta muy parecido a SVG, aunque con otras características. Es normal exista una lucha entre ambos para dominar el mercado.

Sea como fuere, y al margen de las características que hacen a SVG especial, hay otras consideraciones que suelen despertar nuestro interés cuando tratamos con el excitante nuevo formato de gráficos vectoriales escalables. La primera es su pálido parentesco con los gráficos animados de flash. ¿De veras se parecen tanto? De momento, no mucho, aparte de que ambos se construyen en base a vectores, permiten animaciones y diversos grados de interactividad. Pero no nos precipitemos. Más allá de esto hay otros muchos factores que pueden hacernos dudar de sus similitudes y de su utilidad.

Al fin y al cabo, SVG no es a día de hoy un rival a la altura del hijo mimado de Macromedia. Mejor sería compararlo con un feto sobre el que recaen muchísimas expectativas pero que, de momento, no ha logrado un éxito arrollador. Para confirmarlo basta con echar un vistazo a la Red. El uso de flash es extensivo; el de SVG, demasiado pobre para que podamos tomarlo en serio.

Y con esto, ¿quién gana y quién pierde? Bien, parece evidente que Macromedia ya ha sacado suficientes beneficios de su poderoso buque abanderado... y lo seguirá haciendo durante mucho tiempo. En realidad es probable que se adapte a los nuevos aires y todavía sea una alternativa real cuando se extiendan las conexiones de banda ancha (¿?), asumiendo otros roles de mayor flujo de datos como, por ejemplo, los escenarios virtuales en 3D con calidad realista. Pero de momento, y a falta de confirmar lo que nos depara el futuro, con SVG ganamos todos en un nivel general, y gana Adobe en dos niveles más específicos: el del desarrollo de software (sabemos ya que sus aplicaciones con utilidad SVG tienen y tendrán mayores ventas y prestigio que otras herramientas), y el de dominar diversos campos de estándar virtual. O para ser más concretos: de momento es el claro vencedor de los documentos portables (.pdf) para web e impresión, y aunque tiene potentísimas herramientas para el diseño animado web, está sometido a la presión flash ejercida por Macromedia. Así pues, ¿no tiene Adobe motivos suficientes para apoyar SVG?

Está claro que sí los tiene y la boyante compañía no hace nada por ocultarlo. Al fin y al cabo, ¿qué más da? Son dos gigantes que se reparten el cordero, nada más. Para probarlo conviene echar un vistazo a su generosa aportación al mundo digital en su página www.adobe.com/svg. Es con mucho el mejor sitio dedicado a la difusión del formato. Cuenta con información amplia, variada, interesante, útil e instructiva. ¿Quién podría dar más? Macromedia, si se tratara de flash. La diferencia estriba en que flash es de su propiedad, pero SVG no pertenece a Adobe. Entonces, ¿semejante derroche? Es de suponer que, a su parecer, en Internet hay vectores para todos.

Gck

Escritor y periodista, entusiasta de la tecnología en general y del desarrollo y...

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