El contrato, ese complemento que da vida al presupuesto
El contrato, debe de ser algo IMPRESCINDIBLE antes de embarcarnos en un trabajo, puede ser simplemente la devolución del presupuesto aceptado o bien la otra parte de ingresos que tiene un profesional freelance, los ingresos fijos.
Este tipo de proyectos son básicamente una serie de acciones que realizaremos de forma periódica, bien todos los meses, bien trimestralmente o con la separación de tiempo pactada. Esta es la mayor seguridad que puede tener un profesional liberal, una serie de ingresos fijos por un trabajo fijo, que complementan a esas entradas de dinero que tenemos cuando realizamos los proyectos.
Estos trabajos fijos pueden ser de muy diversa índole. Bien publicidad si estamos gestionando un portal, o bien mantenimientos de las diversas páginas web o aplicaciones que hemos desarrollado para otras empresas o todas aquellas cosas que se nos ocurra ofertar, para por lo menos poder cubrir los gastos fijos en que incurrimos todos (conexión, oficina si tenemos la suerte de poder tener una, comidas con los clientes, equipos, etc.).
Todo ello, nos obliga a tener por escrito y firmado por ambas partes, un contrato, para asegurarnos dos cosas:
Y ya para concluir, decir que no hay que tener vergüenza en insistir en que hasta que no se firme, no se trabaja, ya que como decíamos en el artículo anterior, si nos pagaran todas las horas no incluidas en los presupuestos, ya seríamos ricos.
Otros artículos relacionados con el tema:
Cómo un presupuesto bien presentado puede decantar un contrato
¿Presupuesto?
Este tipo de proyectos son básicamente una serie de acciones que realizaremos de forma periódica, bien todos los meses, bien trimestralmente o con la separación de tiempo pactada. Esta es la mayor seguridad que puede tener un profesional liberal, una serie de ingresos fijos por un trabajo fijo, que complementan a esas entradas de dinero que tenemos cuando realizamos los proyectos.
Estos trabajos fijos pueden ser de muy diversa índole. Bien publicidad si estamos gestionando un portal, o bien mantenimientos de las diversas páginas web o aplicaciones que hemos desarrollado para otras empresas o todas aquellas cosas que se nos ocurra ofertar, para por lo menos poder cubrir los gastos fijos en que incurrimos todos (conexión, oficina si tenemos la suerte de poder tener una, comidas con los clientes, equipos, etc.).
Todo ello, nos obliga a tener por escrito y firmado por ambas partes, un contrato, para asegurarnos dos cosas:
- Una intención de pago del cliente.
- Qué incluimos en ese contrato.
Y ya para concluir, decir que no hay que tener vergüenza en insistir en que hasta que no se firme, no se trabaja, ya que como decíamos en el artículo anterior, si nos pagaran todas las horas no incluidas en los presupuestos, ya seríamos ricos.
Otros artículos relacionados con el tema:
Cómo un presupuesto bien presentado puede decantar un contrato
¿Presupuesto?
Diego Pinilla
Responsable relaciones exteriores de MercadoProfesional.com