La importancia de un presupuesto bien definido para que no se convierta en un “por supuesto” a todas las modificaciones solicitadas por el cliente.
El presupuesto es, Probablemente, la parte más importante de un proyecto. Quién de nosotros no ha acometido un proyecto sin definir bien el presupuesto (y a veces definiéndolo) y se ha encontrado con que ese proyecto se ha convertido en un monstruo ingente que se come nuestros recursos y nuestra salud, de manera que un pequeño desarrollo de 10 horas, se convierte en una macroaplicación que casi prepara el café y nos cuesta 100 horas.
El freelance, en esa parte de su trabajo que es la función comercial, contacta con los clientes, y muchas veces cierra un trato para llevar a cabo el desarrollo de una web, una aplicación, de palabra, y ya nos ponemos a trabajar en la misma. Si reuniéramos todo el dinero que se ha perdido por esto, nos daría para vivir bien a todos nosotros.
Hay dos peligros:
El primero es que después de empezar, nos digan que han encontrado otra persona, un cuñado o un amigo del cuñado que se lo hace por menos dinero (habitualmente una cantidad ridícula, que no da ni para cubrir costes).
El segundo es que la página web estática con un pequeño apartado para productos, se convierta en una tienda virtual, con 10 cambios de diseño y en lugar de terminarla en una semana, nos lleve tres meses.
Lo primero es escribir todo lo que hemos acordado, quien va a proporcionar el material (MUY importante), plazos de entrega, qué incluye el presupuesto, número de secciones. También hay que acotar, cuantas páginas va a incluir cada sección y cuanto se va a cobrar por cada página adicional. El pago es también bastante espinoso como ya hemos hablado con la persona, parece que nos vamos a tener que fiar de él y en muchos casos es así, pero hay otros, que te hacen recordar la conveniencia de cobrar un pequeño porcentaje a la aceptación del presupuesto.
Acerca de la elaboración de un buen presupuesto, ya publicamos un artículo independiente a este manual, donde podreis encontrareis algunos ejemplos de presupuestos.
Sobre todo y como conclusión, en mi modesta opinión es mejor perder un cliente pesado que perder tres, por no poder dedicarles tiempo.
El freelance, en esa parte de su trabajo que es la función comercial, contacta con los clientes, y muchas veces cierra un trato para llevar a cabo el desarrollo de una web, una aplicación, de palabra, y ya nos ponemos a trabajar en la misma. Si reuniéramos todo el dinero que se ha perdido por esto, nos daría para vivir bien a todos nosotros.
Hay dos peligros:
El primero es que después de empezar, nos digan que han encontrado otra persona, un cuñado o un amigo del cuñado que se lo hace por menos dinero (habitualmente una cantidad ridícula, que no da ni para cubrir costes).
El segundo es que la página web estática con un pequeño apartado para productos, se convierta en una tienda virtual, con 10 cambios de diseño y en lugar de terminarla en una semana, nos lleve tres meses.
Lo primero es escribir todo lo que hemos acordado, quien va a proporcionar el material (MUY importante), plazos de entrega, qué incluye el presupuesto, número de secciones. También hay que acotar, cuantas páginas va a incluir cada sección y cuanto se va a cobrar por cada página adicional. El pago es también bastante espinoso como ya hemos hablado con la persona, parece que nos vamos a tener que fiar de él y en muchos casos es así, pero hay otros, que te hacen recordar la conveniencia de cobrar un pequeño porcentaje a la aceptación del presupuesto.
Acerca de la elaboración de un buen presupuesto, ya publicamos un artículo independiente a este manual, donde podreis encontrareis algunos ejemplos de presupuestos.
Sobre todo y como conclusión, en mi modesta opinión es mejor perder un cliente pesado que perder tres, por no poder dedicarles tiempo.
Diego Pinilla
Responsable relaciones exteriores de MercadoProfesional.com