Encargar a otros profesionales o empresas los trabajos que no sabemos hacer correctamente o no tenemos tiempo de realizar.
Saber delegar trabajos es uno de los secretos de cualquier persona bien organizada. Delegar es encargar un trabajo, o una parte, a otros profesionales o empresas, para descargarnos de tareas.
Cuando se delega, aparte de liberarnos de trabajo, estamos confiando algunas tareas a otras empresas o profesionales freelance que deben ser especialistas en ello. Por ello, es muy importante que confiemos en estas personas y que nos hayan demostrado en alguna ocasión sus capacidades para realizar esas labores.
Delegar puede ser útil, o necesario, por diversos motivos.
Delegar es bueno para todos. Para el que encarga tareas, porque le descarga de trabajo. Para el profesional sobre el que se delega cierto área, porque puede aumentar su volumen de trabajo y sus ingresos. También para el cliente final, porque el trabajo será realizado con mayor rapidez y fiabilidad.
Existen sitios como Mercado Profesional Freelance que ofrecen una interesante base de datos de profesionales y empresas y donde podemos encontrar personas que puedan llevar a cabo cualquier tarea que necesitemos delegar. Además, puede ser un punto de encuentro con personas con las que sentirse a gusto trabajando en el futuro.
A la hora de delegar un trabajo, procura que todo quede claro desde el principio. Es decir, cuáles serán las responsabilidades de cada cual, qué cantidades se van a pagar a cada persona, etc. La persona en que delegas tiene que estar correctamente informada de las necesidades del proyecto y debe disponer de toda la documentación necesaria para hacer la labor a gusto del cliente. Piensa que, igual que cuando recibes un encargo necesitas que el cliente te informe convenientemente, la persona en que delegas también necesitará tu ayuda para hacer su parte.
Ningún gran gestor consigue llegar a serlo sin saber delegar trabajo a las personas que tiene alrededor.
Cuando se delega, aparte de liberarnos de trabajo, estamos confiando algunas tareas a otras empresas o profesionales freelance que deben ser especialistas en ello. Por ello, es muy importante que confiemos en estas personas y que nos hayan demostrado en alguna ocasión sus capacidades para realizar esas labores.
Delegar puede ser útil, o necesario, por diversos motivos.
- Porque no tengamos conocimientos, pericias o la experiencia necesaria para encargarnos de una tarea. Ya pueden ser trabajos de programación que no sepamos realizar o bien tareas más creativas como el diseño de una página web. Hay pocas personas que tengan las mismas grandes capacidades para programar o para hacer diseños impactantes.
- Porque no tengamos tiempo en hacer una labor. Es mejor encargarle a una persona la ejecución de una labor que quedar mal con un cliente por culpa de un retraso injustificado. Es cierto que nuestra economía puede verse perjudicada al encargar parte de un proyecto a un profesional de fuera, pero así nos aseguramos que saldrá adelante y que el cliente quedará satisfecho. Sin duda un cliente satisfecho puede beneficiarnos a la larga y compensar el esfuerzo económico de pagar a otras personas por hacer un trabajo.
- Porque así nos podemos dedicar nosotros a cosas más rentables, o tal vez a abrir otro tipo de negocios para explotar en el futuro.
- Porque, aunque podamos realizar una labor, siempre hay alguien que podría hacerlo más rápido, mejor y por menos dinero.
Delegar es bueno para todos. Para el que encarga tareas, porque le descarga de trabajo. Para el profesional sobre el que se delega cierto área, porque puede aumentar su volumen de trabajo y sus ingresos. También para el cliente final, porque el trabajo será realizado con mayor rapidez y fiabilidad.
Existen sitios como Mercado Profesional Freelance que ofrecen una interesante base de datos de profesionales y empresas y donde podemos encontrar personas que puedan llevar a cabo cualquier tarea que necesitemos delegar. Además, puede ser un punto de encuentro con personas con las que sentirse a gusto trabajando en el futuro.
A la hora de delegar un trabajo, procura que todo quede claro desde el principio. Es decir, cuáles serán las responsabilidades de cada cual, qué cantidades se van a pagar a cada persona, etc. La persona en que delegas tiene que estar correctamente informada de las necesidades del proyecto y debe disponer de toda la documentación necesaria para hacer la labor a gusto del cliente. Piensa que, igual que cuando recibes un encargo necesitas que el cliente te informe convenientemente, la persona en que delegas también necesitará tu ayuda para hacer su parte.
Ningún gran gestor consigue llegar a serlo sin saber delegar trabajo a las personas que tiene alrededor.
Diego Pinilla
Responsable relaciones exteriores de MercadoProfesional.com