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En Internet la vida pasa muy deprisa. Te ayudamos a detectar si tu sitio corporativo ha alcanzado ya la fecha de caducidad.

 
Tener presencia en Internet está muy bien. Todo el mundo la tiene, así que tu empresa no podía ser menos. Cuando decidiste que necesitabas una, todo fueron muestras de aprobación y parabienes. Hiciste lo que era correcto…y te olvidaste después. Pues bien, como todo en la vida, una página web necesita cuidados y atenciones regulares para poder prestar un adecuado servicio. ¿Como todo en la vida? ¡No hombre, mucho más! Estar no es suficiente: hay que batirse el cobre a diario. La web es tu ventana al mundo. No es cómo eres, es cómo te ven, así que si tu sitio necesita entrar en la UVI, contrata ya mismo un buen equipo de diseñadores y programadores profesionales. Merece la pena cada euro que inviertas. Nuestro experto equipo de facultativos te ayuda a diagnosticar cuan grave es tu dolencia.


     
  1. Las metas no están bien definidas
    Como cada acción de Marketing, su planificación e implementación responde a unos objetivos prefijados. Si en su día creaste una página web porque “era lo que había que hacer” o para dar trabajo a tu sobrino, ahora es el momento de darle un nuevo enfoque. Por otro lado, el mercado evoluciona constantemente y las empresas deben adaptarse a éste si no quieren quedarse atrás.

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  3. Contenido aburrido
    Mucho bla, bla, bla corporativo mirándose el ombligo. Si tu madre empezó a leer la página y se quedó dormida, es hora de refrescar contenidos y escribir para el cliente y no para el jefe, de otro modo estamos olvidando la razón por la cual se compuso el texto.

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  5. Contenido desactualizado
    Aún peor: la web está plagada de contenido antiguo como noticias del pleistoceno u ofertas del año pasado. Quita las telarañas cuanto antes, tu imagen está en juego.

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  7. Estructura desorganizada
    Una presencia en la Red adecuada requiere de una navegación ágil. No es necesario ser un integrista de la usabilidad como Jakob Nielsen para saber que la interfaz debe ser sencilla y que los enlaces deben ser bien visibles y no cambiar de ubicación. Si tu web no cumple esta premisa básica y es más bien un laberinto, ¡rediseña!

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  9. No dispones de enlaces a tus canales de 'Social media'
    Cómo, ¿qué aún no tienes una página en Facebook, una cuenta de Twitter o un canal de vídeos en Youtube? Tus clientes esperan de ti que abras canales de comunicación con ellos, ¿a qué estás esperando? Ahora bien, crearlos no significa echarse a dormir: contrata a un 'Community Manager' para hacer un seguimiento regular de todos ellos. Y claro, enlaza desde la web.

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  11. Olvidaste el 'call to action'
    Y todo esto, ¿para qué? Facilita el que tus clientes den el próximo paso y te contacten, bien para solicitar información, bien para adquirir uno de tus productos o servicios. Recuerda poner tu número de teléfono y otros datos de contacto en un lugar prominente.

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  13. No estás listo para los nuevos dispositivos
    Hoy en día, donde hasta los relojes de pulsera y las gafas tienen acceso a Internet, hay que cerciorarse de que nuestro sitio web se adapta como un guante a las nuevas plataformas. El 'Responsive Web Design' se ocupa de que nuestros documentos HTML luzcan bien en la mayoría de gadgets modernos.

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  15. Tu diseño está más pasado de moda que el VHS
    En España y en Latinoamérica hay unos diseñadores gráficos con un talento brutal. Tu sitio web es a menudo la primera experiencia del cliente con tu marca. Por favor, ponle guapo. Ni se te ocurra copiar el diseño de la competencia, tú tienes tu propia personalidad, exprésala. Recuerda que las primeras impresiones lo son todo. No permitas que tu cliente haga suposiciones acerca de tu negocio a causa de un sitio web mal diseñado

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  17. La información no se muestra de forma adecuada
    Si tu página tiene demasiado Flash en detrimento del texto normal indexable, si el tamaño de fuente es tan pequeño que se hace ilegible, si tienes demasiado contenido en una sola página, si te expresas con demasiada jerga técnica, si tus formularios de contacto son largos y complicados o si no estás consiguiendo transmitir credibilidad de marca, vete pensando en rehacerlo todo de nuevo.

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  19. 'Cloaking'
    Si construiste tu sitio pensando más en los buscadores que en las personas, es probable que ahora tengas un problema y que te hayan desplazado a las últimas posiciones de búsqueda. Ser un villano con sombrero negro puede que sea rentable a corto plazo, pero a la larga es la mar de estresante.
 

Como ves, todo tiene solución en la vida ¡aún no es tarde! Nuestra receta: actualizaciones regulares, un buen rediseño, usabilidad, contacto con tu entorno y honestidad. Y por favor, nada de automedicarse, ¡consulta con un profesional web!


 

Juan José Palacios Valdecantos

Consultor de Marketing independiente

Manual