A medida que más y más gente usa computadoras personales y navega por Internet, aumenta la tendencia a considerar la PC, y a sus programas, como una herramienta más.
Debe resultar fácil de utilizar después de limitarse a lo sumo a leer un mínimo de instrucciones; tal como se haría con un nuevo artefacto para el hogar o con un nuevo automóvil. Prácticamente a ninguno se le ocurriría estudiar los principios de funcionamiento de los mismos y un automóvil que no pudiese manejarse de forma muy similar a los demás causaría seguramente rechazo.
En otras palabras, son cada vez menos, en proporción, aquellos que toman a la computación como un hobby al que están dispuestos de dedicar tiempo y esfuerzo.
No hace muchos años la situación era completamente distinta. Las PC eran máquinas rudimentarias y sus usuarios personas entusiastas, que encontraban fascinante ese nuevo campo que progresaba tan rápidamente. Era relativamente normal que muchos de esos usuarios conocieran por lo menos los rudimentos de los lenguajes de programación y fueran capaces de hacerse programas sencillos a su medida. Los dispositivos debían instalarse manualmente y no de forma automática. Y así siguiendo.
Hoy en día el usuario tipo es una persona que considera a los ordenadores no como una parte central de la vida o un hobby, sino una herramienta más a su disposición en la vida cotidiana.
Esto se produce, porque las computadoras se expandieron muchísimo en los últimos tiempos.
Anteriormente las webs o aplicaciones informáticas estaban destinadas a un público profesional, en el sentido que el perfil de estas personas, ya sea por su trabajo mismo o por sus estudios, debían tener conocimientos avanzados o el tiempo necesario para dedicarse a aprender si no comprendían algo, ya que esto luego les era redituable en su profesión.
La situación actual es diferente: ya no tratamos con personas que tienen una motivación muy fuerte de aprender nuevos conceptos en materia informática porque sus trabajos se los requieran, sino personas de todo tipo de condiciones que tienen poco tiempo y necesitan encontrar lo que buscan en la web en el menor tiempo y con el menor esfuerzo posible.
De lo que se deduce que la usuabilidad es sumamente importante.
Podríamos decir que hoy en día, los fanáticos de Internet son un número menor de usuarios. Por lo tanto no podemos seguir con la idea que los usuarios aprenderán a utilizar nuevas herramientas, sino todo lo contrario, debemos pensar como piensan ellos. Un usuario promedio no tiene tiempo ni ganas para aprender conceptos nuevos: aprenderá lo mínimo que le sea necesario para satisfacer sus necesidades. Quizás deberíamos también aceptar que las últimas tecnologías, que a muchos de nosotros nos fascinan, a ellos no les van ni les viene, si son simples de usar las aceptarán, caso contrario las rechazarán; como haríamos nosotros si fuéramos a un comprar un auto y nos hablaran maravillas de éste pero a la hora de usarlo no podríamos usar todas sus ventajas sin estudiar x horas diarias.
Lo mismo cuando enseñamos, por citar un ejemplo, a nuestras madres algún nuevo adelanto tecnológico, quizás una web con todos los chiches que diseñamos; vemos como ésta, al no comprender enseguida el funcionamiento de la misma, termina no solo odiando nuestra web, y aburriéndose a lo grande sino odiando al ordenador.
Por todo lo expuesto es muy importante a la hora de hacer un sitio web, manejarse con profesionales que tengan conocimientos sólidos respecto a los usuarios (personas capacitadas en saber qué saben y qué desconocen los usuarios para crear sitios fáciles de navegar) y dejarse guiar por ellos.
En Internet los usuarios siempre tienen la razón, por lo tanto hay que tener en cuenta que conforme la web se va expandiendo a toda la población, los conocimientos sobre mecanismos de interacción son reducidos. Hay que ponerse del lado del usuario, en la cabeza del usuario promedio y no del experto, para que nuestros sitios puedan ser visitados y recomendados y no cerrados y odiados.
En otras palabras, son cada vez menos, en proporción, aquellos que toman a la computación como un hobby al que están dispuestos de dedicar tiempo y esfuerzo.
No hace muchos años la situación era completamente distinta. Las PC eran máquinas rudimentarias y sus usuarios personas entusiastas, que encontraban fascinante ese nuevo campo que progresaba tan rápidamente. Era relativamente normal que muchos de esos usuarios conocieran por lo menos los rudimentos de los lenguajes de programación y fueran capaces de hacerse programas sencillos a su medida. Los dispositivos debían instalarse manualmente y no de forma automática. Y así siguiendo.
Hoy en día el usuario tipo es una persona que considera a los ordenadores no como una parte central de la vida o un hobby, sino una herramienta más a su disposición en la vida cotidiana.
Esto se produce, porque las computadoras se expandieron muchísimo en los últimos tiempos.
Anteriormente las webs o aplicaciones informáticas estaban destinadas a un público profesional, en el sentido que el perfil de estas personas, ya sea por su trabajo mismo o por sus estudios, debían tener conocimientos avanzados o el tiempo necesario para dedicarse a aprender si no comprendían algo, ya que esto luego les era redituable en su profesión.
La situación actual es diferente: ya no tratamos con personas que tienen una motivación muy fuerte de aprender nuevos conceptos en materia informática porque sus trabajos se los requieran, sino personas de todo tipo de condiciones que tienen poco tiempo y necesitan encontrar lo que buscan en la web en el menor tiempo y con el menor esfuerzo posible.
De lo que se deduce que la usuabilidad es sumamente importante.
Podríamos decir que hoy en día, los fanáticos de Internet son un número menor de usuarios. Por lo tanto no podemos seguir con la idea que los usuarios aprenderán a utilizar nuevas herramientas, sino todo lo contrario, debemos pensar como piensan ellos. Un usuario promedio no tiene tiempo ni ganas para aprender conceptos nuevos: aprenderá lo mínimo que le sea necesario para satisfacer sus necesidades. Quizás deberíamos también aceptar que las últimas tecnologías, que a muchos de nosotros nos fascinan, a ellos no les van ni les viene, si son simples de usar las aceptarán, caso contrario las rechazarán; como haríamos nosotros si fuéramos a un comprar un auto y nos hablaran maravillas de éste pero a la hora de usarlo no podríamos usar todas sus ventajas sin estudiar x horas diarias.
Lo mismo cuando enseñamos, por citar un ejemplo, a nuestras madres algún nuevo adelanto tecnológico, quizás una web con todos los chiches que diseñamos; vemos como ésta, al no comprender enseguida el funcionamiento de la misma, termina no solo odiando nuestra web, y aburriéndose a lo grande sino odiando al ordenador.
Por todo lo expuesto es muy importante a la hora de hacer un sitio web, manejarse con profesionales que tengan conocimientos sólidos respecto a los usuarios (personas capacitadas en saber qué saben y qué desconocen los usuarios para crear sitios fáciles de navegar) y dejarse guiar por ellos.
En Internet los usuarios siempre tienen la razón, por lo tanto hay que tener en cuenta que conforme la web se va expandiendo a toda la población, los conocimientos sobre mecanismos de interacción son reducidos. Hay que ponerse del lado del usuario, en la cabeza del usuario promedio y no del experto, para que nuestros sitios puedan ser visitados y recomendados y no cerrados y odiados.
Serviweb
Diseño web Murcia