La Red está gestionada por diferentes organizaciones: algunas ofrecen soporte de consulta a los usuarios, otras regulan el intercambio de información, etc. Se explica más detalladamente en este artículo.
No existe una autoridad definida a nivel global para Internet. Cada una de las redes sí tiene su administración, pero no el conjunto. Es una cierta acracia auto ordenada.
Existe un organismo de pertenencia voluntaria, el IAB (Internet Architecture Board o Consejo sobre Arquitectura de la Internet) que promociona el intercambio de información técnica y asigna determinados recursos, como las direcciones. El IAB decide qué estándares hacen falta y promueve su uso a través de la propia Internet.
Los usuarios de Internet expresan sus opiniones sobre cuestiones técnicas a través de reuniones del IETF (Internet Engineering Task Force o Grupo de Trabajo sobre Ingeniería de Internet). El IETF crea comités de estudio para diversos problemas técnicos, como pueden ser:
Igual que no hay un organismo que la gobierne, tampoco existe un organismo que recaude por el uso de Internet. Cada organización paga su parte, su red. Los operadores comerciales pagan el tráfico al operador nacional. Los usuarios finales pagan por su acceso hasta su proveedor comercial a las compañías de comunicaciones (como Telefónica), y al proveedor como alquiler y uso de recursos telemáticos, con tarifas mensuales u horarias, normalmente una cuota de alta y cuotas de abonado según la modalidad y recursos contratados. Aparte está el precio de la propia información, ya que algunos proveedores cobran un determinado canon por acceder a toda, o parte, de la información que ofrecen.
Últimamente, las compañías de telecomunicaciones, que a su vez se han convertido en proveedores de acceso y servicios, están ofertando, de manera generalizada, conexión y mensajería gratuitas. De esta manera potencian una incorporación masiva de usuarios a la Red y consiguen un aumento del tráfico circulante por las redes de comunicaciones, la demanda de líneas con mayor capacidad y, en un futuro no muy lejano, de otros servicios de valor añadido. Y tanto el tráfico como éstos otros servicios si son de pago.
Existe un organismo de pertenencia voluntaria, el IAB (Internet Architecture Board o Consejo sobre Arquitectura de la Internet) que promociona el intercambio de información técnica y asigna determinados recursos, como las direcciones. El IAB decide qué estándares hacen falta y promueve su uso a través de la propia Internet.
Los usuarios de Internet expresan sus opiniones sobre cuestiones técnicas a través de reuniones del IETF (Internet Engineering Task Force o Grupo de Trabajo sobre Ingeniería de Internet). El IETF crea comités de estudio para diversos problemas técnicos, como pueden ser:
- Generación de documentación.
- Forma de conectarse a algún servicio.
Igual que no hay un organismo que la gobierne, tampoco existe un organismo que recaude por el uso de Internet. Cada organización paga su parte, su red. Los operadores comerciales pagan el tráfico al operador nacional. Los usuarios finales pagan por su acceso hasta su proveedor comercial a las compañías de comunicaciones (como Telefónica), y al proveedor como alquiler y uso de recursos telemáticos, con tarifas mensuales u horarias, normalmente una cuota de alta y cuotas de abonado según la modalidad y recursos contratados. Aparte está el precio de la propia información, ya que algunos proveedores cobran un determinado canon por acceder a toda, o parte, de la información que ofrecen.
Últimamente, las compañías de telecomunicaciones, que a su vez se han convertido en proveedores de acceso y servicios, están ofertando, de manera generalizada, conexión y mensajería gratuitas. De esta manera potencian una incorporación masiva de usuarios a la Red y consiguen un aumento del tráfico circulante por las redes de comunicaciones, la demanda de líneas con mayor capacidad y, en un futuro no muy lejano, de otros servicios de valor añadido. Y tanto el tráfico como éstos otros servicios si son de pago.
Maria Suyama