> Manuales > La imagen en Internet

Algunos detalles de la publicidad en Internet, su evolución y diferencias con la tradicional.

Al finalizar el siglo XX, los editores de los países desarrollados estaban pasando un calvario por temor al impacto de Internet en las cuentas de resultados de sus compañías. Todos temían que el crecimiento vertiginoso del uso de la Red posibilitara un súbito desajuste, cuando no un derrumbamiento de los ingresos por publicidad.

El temor se ha ido aplacando progresivamente, porque no ha habido un vuelco de las cifras tan vertiginoso como se esperaba.

El informe anual de inversiones publicitarias que en España realiza Infoadex dice que en el ejercicio de 1999 apenas el 1,5 por ciento de la facturación en medios convencionales y no convencionales correspondió a Internet, aunque con un crecimiento que evalúa en el 600 por ciento respecto al ejercicio precedente.

La cifra es baja, si bien hay que tener en cuenta que parte de la inversión en medios está vinculada a Internet, tanto en su oferta de productos y servicios como en la promoción de páginas web. De todas formas, la publicidad de la Red aún se mueve en unos niveles relativamente pequeños.

Los problemas para el crecimiento de la publicidad en Internet son varios, entre ellos está la direccionalidad con la que opera quien entra en la red y el sentido del tiempo del internauta.

Cuando lector clásico de periódico abre el ejemplar, sentado en la terraza de su casa, en el jardín o en el mismo tren, no sólo mira el ejemplar sin prisa –siempre se lo puede llevar a otro lado para continuar la lectura- sino que a veces se recrea en ver los anuncios de ropa, de automóviles o de pisos. Frente a la ordinariez de tanta letra, un anuncio atractivo provoca también placer estético.

Cuando el internauta se sienta ante su ordenador, busca algo; pero generalmente no busca anuncios. Es más, al llegar a una página se exaspera ante los segundos que tarda en abrirse y la mayor parte de las veces ni se le ocurre pinchar en el baner que le ofrece un producto financiero o de otro tipo. El internauta busca información concreta, busca contactos con gente, pero no presta gran atractivo a la publicidad. Es más, se están diseñando navegadores de páginas HTML que evitan mostrar los anuncios en forma de baners.

De momento, los expertos piensan que Internet está rentabilizándose más por el comercio y negocio financiero que genera y facilita que por los ingresos publicitarios.

Pero el interés publicitario de Internet es real. El secreto para sacarle partido es presentar la publicidad en el lugar en el que se halla el potencial cliente.

Miguel Angel Alvarez Sánchez es uno de los locos que apostó un día por crear una web temática. Por ella, desarrolloweb.com, pasan los muchachos o mayores que andan por el mundo tratando de encontrar información sobre construcción de webs, programas, consejos, recursos gratuitos, etc. Muchos cientos de miles de páginas de su web se consultan mensualmente. Quien quiera encontrar a ese público -programadores, diseñadores, webmasters, etc.- saben que está allí, en desarrolloweb, y que no va a estar en otros portales generalistas…. Es un ejemplo.

La publicidad en Internet es rentable, siempre que el buen publicista sepa localizar donde andan sus potenciales clientes, para colocarles allí su mensaje.

Tomás Alvarez

Manual