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Los banners son los anucios que se colocan en las páginas de internet.

Un banner es un anuncio en que habitualmente se presenta en una página web. Es el equivalente a los anuncios de las vallas publicitarias del mundo real.


Los banners se suelen colocar en una página web para anunciar una empresa, producto o servicio, cobrando el propietario del sitio web una cantidad variable por ello. El precio de colocar un banner es variable, dependiendo fundamentalmente del tipo de página que lo presenta y del número de visitantes de la misma, siendo la forma más habitual de contratación la de cantidad por miles de impresiones (veces que se carga la página con el banner).

Un banner se presenta como una imagen que muestra información muy concreta sobre un producto o servicio, imagen que al ser pulsada abre una nueva ventana del navegador conteniendo una página web del sitio del anunciante, en la que el visitante puede obtener más información sobre el producto ofrecido y, generalmente, comprarlo.


A la hora de diseñar un banner hay que tener en cuenta que es fundamentalmente un recurso comercial, que cuesta dinero a la empresa que lo publica y que a cambio espera vender productos o crear marca. Por lo tanto, el componente principal del banner es el producto o servicio que presenta, debiendo estar todo el proceso de diseño enfocado a potenciar el producto o servicio ofrecido, atraer la atención del visitante e inducirle a pinchar sobre el banner.

La efectividad de un banner se mide por medio del CTR (Click Through Ratio), número de veces que un banner es visualizado dividido por el número de veces que es pinchado. Así, si un banner tiene un CRT de 15:1 indica por cada 15 veces que el banner es visualizado es activado una vez, es decir el banner es pinchado un 6,6% de las veces. Cuanto mayor es este ratio, mejor es el banner.

Físicamente, los banners son ficheros gráficos (imágenes), en formato GIF simple, JPG o PNG si son estáticos, o en formato GIF animado o SWF si son animados (lo más frecuente). Su tamaño es variable, aunque existen unas dimensiones que se han convertido en estándares de facto y que son las que normalmente se utilizan para establecer el precio de la contratación de espacio para los mismos.


Según el Comité de Estándares del Internet Advertising Bureau, las dimensiones más comunes de los banners son las siguientes:

Aparte de estos tamaños, más o menos estándares, podemos encontrar cualquier otro, desde los muy pequeños hasta los super-banners, que ocupan un gran área de pantalla.

Está demostrado que cuanto mayor es la superficie que ocupa un banner, mayores la probabilidad de que alguien pulse sobre él. Como contrapartida, cuanto más grande es un banner más cuesta publicarlo. Además, el tamaño (y la complejidad) del banner va a determinar el peso del fichero gráfico resultante, y éste a su vez influirá sobre el tiempo de descarga del mismo.

El tiempo de carga de un banner es un factor crítico; cuanto antes se cargue, mejores CTR tendrá. Por este motivo es muy importante minimizar el tiempo de carga del banner. El siguiente gráfico muestra la relación entre el tamaño del banner y su CTR (fuente:Four Conners Efective Banners).


Como podemos observar, el un peso más conveniente para un banner ronda los 6 Kb.

Otros factores que influyen sobre la efectividad de un banner son su carácter animado animado (añadir animación a un banners aumenta el CRT en un al menos en un 15%), lo que invite a ser pulsado (incluir una pregunta en el banner, utilizar palabras como gratis, nuevo, entre, sexo, click here, free, etc.) y la presencia de seres humanos (está demostrado que la inclusión en un banner de un rostro humano aumenta bastante su CTR).

Los banners vivieron una época dorada en la web, siendo el método más usado para publicitar en ella productos y servicios. Pero poco a poco fueron perdiendo eficiencia, llegando un punto en que muchas empresas que habían promocionado sus artículos por este medio dejaron de invertir en ellos, debido a que los CTR bajaron hasta niveles que no justificaban la inversión.

La causa de esta bajada en la efectividad de los banners, conocida con el nombre de "ceguera a los banners", hay que buscarla en el hecho de que los usuarios de las páginas web se ha acostumbrado tanto a su presencia que inconscientemente son considerados "males menores"en su visita a una página, siendo directamente ignorados. Es algo similar a lo que ocurre en el mundo real con las vallas publicitarias.


Si un banner se ha visualizado tres veces y no se ha pinchado sobre él, el visitante no lo pinchará nunca. Esto hace que las empresas de publicidad busquen desesperadamente banners originales, impactantes, que vuelvan a crear en los espectadores la atracción visual y mental suficiente.

De esta forma han surgido banners que se desplazan por la pantalla (basados en DHTML), banners vectoriales animados e interactivos (basados en animaciones Flash), banners que simulan ventanas del sistema, banners que se abren en ventanas flotantes, etc.

La misión de todos ellos es siempre la misma, que el usuario los pinche sea como sea, aunque cada vez más el efecto de un nuevo tipo de banner dura menos tiempo, sobre todo el de aquellos que molestan innecesariamente a los visitantes, cosa cada vez más frecuente.

Luciano Moreno

Consultor, diseñador y desarrollador web en ParaRedeBJS. Especialista en usabill...

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